PRUEBAS DE FUNCIONAMIENTO HEPATICO (PFH)

El ayuno recomendado para el estudio es entre 8 a 12 horas, a partir de su último alimento por la noche.

Evite fumar e ingerir bebidas alcohólicas 24 hrs antes de su estudio.

Se recomienda no ingerir ningún medicamento antes del estudio ya que puede alterar el resultado, si lo requiere y su médico lo autoriza, lo puede tomar con medio vaso de agua simple.

La ingesta de agua simple está permitida siempre y cuando sea aproximadamente medio vaso de agua.

Las pruebas de funcionamiento hepático (PFH), también conocidas como pruebas de función hepática, son un grupo de análisis de laboratorio que proporcionan información sobre el estado y funcionamiento del hígado. Estas pruebas se utilizan para diagnosticar enfermedades hepáticas, evaluar la gravedad de una afección hepática existente y monitorizar la eficacia de un tratamiento. Las PFH incluyen varios marcadores que se miden en la sangre. Estos marcadores pueden variar según el laboratorio y las pruebas específicas que se soliciten, pero generalmente incluyen los siguientes: Enzimas hepáticas: como la alanina aminotransferasa (ALT), la aspartato aminotransferasa (AST) y la fosfatasa alcalina (ALP). Estas enzimas se encuentran en las células hepáticas y se liberan al torrente sanguíneo cuando el hígado está dañado o no funciona correctamente. Bilirrubina: es un pigmento producido durante la descomposición de los glóbulos rojos en el hígado. El nivel de bilirrubina en la sangre puede indicar problemas de eliminación o metabolismo de la bilirrubina, lo que puede ser un signo de enfermedad hepática. Proteínas hepáticas: como la albúmina y la globulina. Estas proteínas son sintetizadas por el hígado y su nivel puede verse alterado en caso de disfunción hepática. Tiempo de protrombina (TP) y tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa): estas pruebas miden la capacidad de la sangre para coagular y reflejan la función hepática en la producción de factores de coagulación. Es importante destacar que las PFH proporcionan una evaluación general del funcionamiento del hígado, pero no son específicas para una enfermedad hepática en particular. Si los resultados de las PFH están fuera de los rangos normales, puede ser necesario realizar pruebas adicionales para determinar la causa exacta del problema hepático. El médico o profesional de la salud interpretará los resultados de las PFH en el contexto clínico del paciente y puede solicitar otras pruebas más específicas según sea necesario. El seguimiento regular de las PFH puede ayudar a monitorizar la función hepática a lo largo del tiempo y evaluar la respuesta al tratamiento en caso de enfermedad hepática.